Un clic en un botón de “me gusta” en Facebook y un simple comentario junto a una imagen de una chica llevaron Francesco Prestia, un joven italiano de 15 años, a morir a manos de su mejor amigo. El autor confeso del crimen es Alex Pititto, de la misma edad, quien consideró que los gestos de su colega en la red fueron motivo suficiente para empuñar una pistola y acabar con su vida disparando hasta tres veces.
Ambos vivían en Vibo Valentia, al sur de Italia y a los dos le gustaba la misma chica. Alex llevaba tiempo pensando que su amigo andaba detrás de su novia y el fatídico ‘me gusta’ detonó la tragedia. No había más pruebas para su sospecha que ese like, o algunos gestos. Tal vez una mirada. Nada más.
Alex citó a Francesco a las afueras de Mileto, en un precioso campo de olivos “para hablar”. Tras una acalorada discusión, sacó una pistola y le pegó tres tiros a su amigo. La policía trata de determinar ahora si el arma homicida pertenecía al abuelo del joven, según informó el diario Il Giornale.
La familia del asesino era conocida por la policía italiana. Su padre, Salvatore -alías ‘El tío’ de 49 años-, la madre Maria Antonia Messiano, el hermano de 21 años y el primo Pasquale fueron detenidos el pasado mes de enero en el marco de la operación Stammer. Se les acusaba de formar parte de una red de narcotráfico que distribuía cocaína procedente de Sudamérica. Por ello, la policía tiene la certeza de que el chico recibió una educación criminal radical y sospecha que tomó la pistola de casa.
Los chicos, sin embargo, eran mejores amigos. En su cuenta de Facebook, como señalaba este miércoles el Corriere della Sera, el asesino había escrito bajo la foto de su amigo: “La amistad es algo en boca de todos, pero en el corazón de muy pocos”, hasta que el “honor” queda maltrecho.
El asesinato, del que se ha hecho eco la prensa local de Calabria, tiene todos los ingredientes para llamar la atención sobre el problema de la violencia de la mafia en el sur de Italia y sobre la vida que llevan los nuevos exponentes de la ‘ndrangheta y la Camorra. Chicos jóvenes que disparan, gastan y alardean de su violencia sin pudor.
Los “baby capos”, el futuro de la mafia calabresa
Expertos en mafias de Italia señalan la peligrosidad que entrañan las nuevas generaciones de baby capos o baby boss. Así los llaman en Italia. Son compulsivos, ostentosos, de gatillo fácil y sin ningún miedo a pasar una temporada en la cárcel.
El diario La Repubblica informó hace unos días de la detención de un capo camorrista de solo 16 años acusado de la muerte de dos miembros de su mismo clan. La impunidad con la que se movía, la cantidad de dinero que gastaba con sus amigos o la obscenidad con la que exhibía sus armas y coches hicieron saltar todas las alarmas.