En Silicon Valley todo se decide con los números en manos. Las métricas son sagradas. Si se toman las de Instagram, el éxito es rotundo. Si se piensa en que no han inventado nada, la polémica está servida. La aplicación de mayor crecimiento, Instagram, parte del universo Facebook, celebra el primer año desde que añadió Stories, una opción que ha conseguido generar una relación más constante con los usuarios y, de paso, perder interés al competidor que inventó esta fórmula de comunicación efímera, Snapchat.
Mark Zuckerberg quiso comprar Snapchat. Llegó a ofrecer 9.000 millones de dólares. Su fundador, Evan Spiegel, estudiante que dejó Stanford para impulsar su proyecto, se mantuvo firme y consiguió sacar adelante su idea. Hasta lograron salir a bolsa en abril, un hito que fue el comienzo del declive.
Ni el lanzamiento de sus gafas Spectacles, que despertaron gran deseo, ni contar con famosos de Los Ángeles, han frenado la sangría, apenas alcanzan los 250 millones de usuarios activos al mes y la acción lucha por subir de los 20 dólares. El precio de la acción, teóricamente, no afecta a los usuarios , pero sí se podrá percibir en un corto espacio de tiempo. En las empresas tecnológicas es habitual repartir opciones de compra de la empresa a un precio preferente a cambio de cuatro años de fidelidad en la misma. Con una valoración inferior al precio de compra es normal que comiencen a sentirse menos atados y buscar empleos en otros proyectos.
Cuando se cumple un año del lanzamiento de Stories, inspirado de manera abierta y reconocida en Snapchat, Instagram comparte los hitos. En octubre llegaron a 100 millones de usuarios diarios. En noviembre añadieron la opción de citar a otros usuarios o poner enlaces. Los stickers (pegatinas) con la hora, temperatura y ubicación llegaron diciembre, a la vez que permitieron poner varias líneas de texto, usarlo en modo “manos libres” y la opción de guardar una copia en el carrete del móvil.
Los anuncios llegaron en enero de 2017, a la vez que los usuarios activos diarios sumaban 150 millones. Las pegatinas basadas en localización se estrenaron en Nueva York y Yakarta, en marzo. Un mes después incluyeron Chicago, Londres, Madrid y Tokio, algunas de las ciudades más activas. Al mismo tiempo, superaron los 200 millones de usuarios activos diarios.
En mayo asestaron un nuevo golpe a Snapchat, por fin ofrecían máscaras. Con el verano fueron más allá de la barrera de los 250 millones de usuarios. Meta lograda, Instagram Stories, una modificación dentro de una aplicación ganaba en actividad al rival que copió. Zuckerberg se salió con una suya. No vendió y ahora sufre los rigores de competir con un gigante.
Este 2 de agosto, las Instagram Stories celebran su primer aniversario. Este producto de contenido efímero tiene una audiencia de 700 millones de usuarios alrededor del mundo, 250 millones de los cuales lo utilizan diario. El ranking de ciudades lo conforman Jakarta, Sao Paulo, Nueva York, Londres y Madrid. En el aspecto más creativo, destacan los filtros, por este orden, Puppy, Sueño, Conejo, Amor y Koala.
Con motivo del aniversario, Instagram ha compartido algunos de los trucos que ayudan a sacar partido a Stories. Muchos ignoran que, por ejemplo, se puede responder con una foto o un vídeo si se presiona el botón de cámara mientras se ve un vídeo.
Se puede crear un efecto, habitualmente muy cómico, de rebobinado dando al botón de Rewind. La opción de zoom se genera presionando el círculo de vídeo y después deslizando el dedo hacia arriba. Instagram se reserva algunos trucos, denominados Huevos de Pascua en el argot, para que sean los usuarios quiénes los descubran.
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