El escenario complejo que enfrenta Uber Technologies Inc. se agravó tras la renuncia del presidente de la compañía de servicio de transporte privado, Jeff Jones, un experto en marketing contratado para ayudar a suavizar su imagen, a menudo abrasiva.
Jones renunció a menos de siete meses de haberse unido a la firma de San Francisco, dijo un portavoz de Uber el domingo.
En un comunicado enviado a Reuters, Jones dijo que no podía continuar como presidente de una empresa con la que era incompatible.
“Me uní a Uber debido a su misión y el desafío de construir capacidades globales que ayudarían a la empresa a madurar y prosperar a largo plazo”, dijo Jones.
“Ahora está claro, sin embargo, que las creencias y el enfoque de liderazgo que han guiado mi carrera son incompatibles con lo que he visto y experimentado en Uber, y ya no puedo continuar como presidente del negocio de viajes compartidos”, agregó. Jones le deseó lo mejor a las “miles de personas increíbles de la empresa”.
El rol de Jones quedó en tela de juicio luego de que Uber lanzó a principios de este mes la búsqueda de un director de operaciones para ayudar a dirigir la empresa junto con el presidente ejecutivo, Travis Kalanick.
Jones había estado llevando a cabo algunas de las responsabilidades del director de operaciones. Se unió a Uber luego de pasar por Target Corp., donde fue director de marketing y llevó a cabo la modernización de la marca del minorista.
“Queremos dar las gracias a Jeff por sus seis meses en la empresa y le deseamos todo lo mejor”, dijo un portavoz de Uber en un correo electrónico.