Uber está decidido a meterse de lleno en el universo de los autos voladores. Prueba de ello es que contrató a Mark Moore, ex ingeniero aeronáutico de la NASA, para trabajar en el desarrollo de vehículos que pueden despegar y aterrizar de forma vertical (VTOL, por sus siglas en inglés).
Moore trabajará en Uber Elevate, la división que se encargará de fabricar estos vehículos futuristas que se utilizarían para facilitar el traslado dentro de las ciudades y los suburbios.
“La aviación on demand tiene el potencial de mejorar radicalmente la movilidad urbana, ya que devolverá a la gente el tiempo que pierden habitualmente yendo de un sitio a otro”, se destaca en un documento publicado por Uber.
“Uber es consciente de la molestia que sufren los ciudadanos en todo el mundo cuando se mueven por la ciudad. Resolver este problema es fundamental para nuestra misión y compromiso con nuestros usuarios”, se destaca.
Uber estima que las primeras pruebas se harían en 2025. Claro que para ese entonces habrá que resolver varias cuestiones.
Por un lado hay que tener en cuenta que Uber no fabricará esos automóviles, sino que derivará esa tarea en otra compañía. Habrá que elegir el socio adecuado y procurar la financiación necesaria para este ambicioso proyecto.
Por otro lado están las regulaciones que rigen el espacio aéreo. Tal como ocurrió con los drones, se deberán ajustar a las medidas legales vigente para poder circular sin inconvenientes. Vivir en armonía en el aire será el nuevo desafío de los próximos años.
Uber no es la única empresa que está apostando a los coches voladores. Google y Airbus también están invirtiendo en proyectos de este tipo para poder lanzarlos cuanto antes al mercado.
Incluso hay startups como AeroMobil y Terrafugia que vienen trabajando en prototipos de vehículos voladores desde 2014.
La carrera por conquistar el cielo con coches voladores ya está planteada. Será cuestión de ver quién llega primero.