Siendo una de las opciones más solicitadas desde hace tiempo por los usuarios de WhatsApp, lo lógico era que se recibiera de buen grado. La aplicación de mensajería instantánea hizo oficial recientemente que próximamente incorporará una nueva función, la posibilidad de eliminar mensajes enviados.
Sin embargo, y pensando detenidamente sobre sus capacidades, lo cierto es que puede suponer un aspecto controvertido a la altura, o más, de cuando se introdujo el doble check azul en 2014. Los servicios digitales han aportado nuevas formas de comunicación entre las personas. No solo es gracias a WhatsApp, que ha popularizado el envío de mensajes a través de una aplicación, sino también lo hicieron en su momento otras plataformas como la extinta MSN Messenger, de Microsoft.
Pero también, sin embargo, las estructuras narrativas y las conversaciones textuales, sin su debida puntuación, pueden generar una cierta confusión, polémica y, en caso de relaciones tan fuertes como las sentimentales, incluso echar un pulso a la confianza. Borrar mensajes en WhatsApp, en el momento en el que esté disponible, no será tan sencillo, puesto que dejará un rastro. Tendrá un tiempo máximo de hasta cinco minutos para revocar el envío. Pasado el tiempo, como se puede intuir, se podrá ver el contenido del mismo.
En efecto, en el momento en el que el usuario emisor decida, por las razones que sean, deshacer el envío el receptor se encontrará con una información en su ventana de chat en la que asegura que un mensaje se ha eliminado. No se conocerá el contenido, lógicamente, pero el afán de conocimiento que alberga en su interior el ser humano despertará su parte más morbosa y quedará la duda acerca del mensaje en cuestión.
Y eso que, muy posiblemente, cuando se haga uso de esta opción será en momentos en los que se ha cometido, por ejemplo, un error gramatical. Que puede suceder. ¿A quién no le ha sucedido escribir un mensaje con una sola mano y cometer un fallo ortográfico? Pues, afortunadamente, en el momento en el que WhatsApp incorpore el borrado de mensajes se podrá enmendar el error.
Esta aparentemente inocente advertencia puede generar interpretaciones tóxicas y abrir la puerta a posibles discusiones, sobre todo entre las parejas. «¿Qué has dicho que has borrado el mensaje?». Es decir, sentirse obligado a dar explicaciones. Los psicólogos suelen insistir en que la base de una relación sentimental es la comunicación, la confianza y la sinceridad. ¿Pueden este tipo de opciones de servicios tan extendidos como WhatsApp contribuir a las malas interpretaciones? El tiempo dirá. Y cada cual decidirá si le interesa.