El portal de filtraciones WikiLeaks empezó hoy a difundir detalles de unprograma encubierto de “hacking” (ataque cibernético) de la CIA estadounidense, como parte de una serie en siete entregas que define como “la mayor filtración de datos de inteligencia de la historia”.
WikiLeaks, dirigido por Julian Assange, había planeado una rueda de prensa a través de internet para presentar su proyecto “Vault 7”, pero posteriormente anunció en Twitter que sus plataformas habían sido atacadas y la ha anulado. En un comunicado, el australiano, refugiado en la embajada de Ecuador en Londres desde 2012, dijo que la filtración de hoy es “excepcional desde una perspectiva legal, política y forense”.
Piratería globalWikileaks la considera “la mayor filtración de datos de inteligencia de la historia”
Según la organización, recientemente la CIA perdió el control de la mayoría de su arsenal de hackeo que la agencia emplea ante una ciberguerra, incluyendo malware, virus, troyanos, sistemas de control remoto de malware y documentación asociada entro otros. Assange alertó que el arsenal está ahora en manos de hackers, quienes estarían comercializando el material. El líder de Wikileaks revela que “hay un riesgo extremo de proliferación en la carrera acelerada por las ciberarmas”, que resulta de la incapacidad de las agencias de seguridad para controlarlas una vez las han creado y de su “alto valor de mercado”.
Esta colección extraordinaria, que según el grupo asciende a más de varioscientos de millones de líneas de código, “le da a su poseedor toda la capacidad de hackeo de la CIA”, afirman. El archivo parece haber sido distribuido entre antiguos hackers y contratistas del gobierno estadounidense de una manera no autorizada, uno de los cuales ha proporcionado a WikiLeaks partes del archivo.
Micrófonos encubiertos
Según Wikileaks, la CIA espía a los ciudadanos a través de sus móviles y televisores inteligentes
La filtración muestra el alcance y la dirección del programa de piratería encubierta global de la CIA, su arsenal de malware contra una amplia gama de productos de compañías estadounidenses y europeas, incluyendo el iPhone de Apple, el Android de Google, Windows de Microsoft, o las Samsung TV, también conocidas como smart TV, que se convierten en micrófonos encubiertos. Estos televisores pueden convertirse en micrófonos encubiertos mediante un software supuestamente elaborado en colaboración con el MI5 británico.
La serie Vault 7 se estrenó hoy con el capítulo “Year Zero (Año Cero)” y abarca el periodo de 2013 a 2016. La primera entrega, según la organización, “ya eclipsa el total de páginas publicadas en los primeros tres años de revelaciones sobre la NSA (Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU.) por Edward Snowden”. La organización reveló además que el consulado de Frankfurt es la base de operaciones cibernéticas en Europa del supuesto programa encubierto de la CIA.
Wikileaks
La primera entrega “ya eclipsa el total de páginas publicadas los primeros tres años en las revelaciones sobre la NSA por Edward Snowden”
WikiLeaks sostiene que la CIA ha ido aumentando sus capacidades en la lucha cibernética hasta rivalizar, “con incluso menos transparencia”, con la NSA, la otra agencia de seguridad estadounidense.
Sobre estas revelaciones la CIA no ha querido posicionarse y a través de su portavoz, Jonathan Liu, ha expresado que “no hacemos comentarios sobre la autenticidad o el contenido de supuestos documentos de inteligencia”.
La CIA
“No hacemos comentarios sobre la autenticidad o el contenido de supuestos documentos de inteligencia”
El portal dice que, al difundir toda esta documentación, ha tomado cuidado de no distribuir “armas cibernéticas”, hasta que “emerja un consenso sobre la naturaleza política y técnica del programa de la CIA y de cómo tales ‘armas’ deben ser analizadas, desactivadas y publicadas”.
Julian Assange dirigió la difusión de Vault 7 desde su residencia en la embajada de Ecuador, donde se refugió el 19 de junio de 2012 para evitar su extradición a Suecia, que le reclama para interrogarle sobre un delito sexual que él niega. Assange teme que ese país pueda entregarle a su vez a EE.UU., que lo investiga por las revelaciones de su portal en 2010, cuando difundió cables diplomáticos confidenciales estadounidenses.