Las redes sociales llegaron para quedarse, esto es la nota fundamental que debemos realizar a la hora de analizar en qué punto se encuentra Internet en este momento. Todo comenzó con un pequeño grupo de compañías liderado por Facebook, empresa que a día de hoy ha diseñado un monopolio gracias a sus compras de WhatsApp e Instagram. ¿Está el futuro ligado a estas plataformas?
La experiencia nos dice que reinventarse es clave para garantizarse la competitividad. Apostar por la innovación es necesario en cualquier mercado, incluso para las plataformas que no paran de sumar nuevos perfiles de manera mensual. Como es lógico, estas renovaciones, en ocasiones, pueden afectar a la propia visión de las compañías.
El mejor ejemplo de ello nos lo muestra Twitter. La compañía de microblogging más destacada del mercado se ha convertido, casi sin quererlo, en una de las que más soluciones ha implementado desde sus orígenes. El objetivo es sensato; permitir una mayor flexibilidad al usuario con un fin primordial, estructurar el negocio para incrementar las posibilidades que tiene cada perfil para expresarse en la red. Esta herramienta ha servido de altavoz en muchas ocasiones, pero todavía cuenta con un problema fundamental; la frialdad que existe a la hora de interactuar con los demás miembros de la plataforma.
Según se ha podido saber gracias a la noticia de Engadget, Twitter quiere desprenderse de algunas cuestiones como la libertad para insultar y menospreciar a otras personas prácticamente con la total impunidad. De igual modo, se podrá saber cuáles son las opiniones de nuestros followers de manera más personalizada, por ahí se avecinan muchos cambios!