Los ciberdelitos son agresiones realizadas a través de un sistema informático con el objetivo de dañar, desestabilizar o tomar el control de otro sistema informático, una computadora o una red privada. Quienes organizan este tipo de estafas se aprovechan de fallas o vulnerabilidades en los sistemas y equipos y si no son detectados y detenidos a tiempo pueden causar daños irreparables:
1. Actualizar el sistema operativo
Los sistemas operativos como Windows, Android y Mac actualizan sus componentes para hacer frente a nuevos ataques informáticos. Es normal que cada cierto tiempo se liberen a Internet parches de seguridad para solucionar problemas de vulnerabilidad que podrían exponer tu equipo y tu información a un ataque. Asegúrate de recibir e instalar estos archivos para mantener tus sistemas operativos al día con la última información de seguridad.
2. Analizar todas las descargas
Es importante contar con un antivirus en el equipo y analizar cada una de las descargas que se realicen. Además es conveniente actualizar esta herramienta y cada tanto analizar la PC en busca de código malicioso.
3. Descargar información sólo de sitios seguros
La primera barrera que se rompe en materia de seguridad informática es la humana. Esto ocurre cuando descargamos contenido de sitios desconocidos, ingresamos a portales de contenido para adultos o navegamos a través de la DeepWeb. Para minimizar el riesgo de infección por descargas infectadas debemos asegurarnos de navegar en sitios que cuenten con certificados de seguridad válidos y que provean información de confianza.
4. No abrir ficheros sospechosos
Cuando recibimos archivos que no solicitamos es necesario asegurarse que el remitente realmente envió ese fichero ya que muchos virus suelen propagarse a través de los contactos de correos o de las redes sociales. En todo caso será conveniente preguntarle antes si efectivamente lo envió y en tal caso decidir si abrirlo o no.
5. Cuidado con los enlaces
No abrir enlaces que lleguen por correo o por mensajería de las redes sociales a menos que se conozca al remitente y el contenido sea de confianza o lo hayamos solicitado previamente.
6. No abrir correos con remitentes desconocidos.
Si no se conoce al remitente será mejor eliminar el correo para evitar un posible ataque o infiltración. Si el remitente es real o parece conocido es recomendable observar la dirección y el dominio. Muchos ataques consisten en simular ser una página con un formulario de carga de datos que puede parecerse mucho a la web de un banco o de una dependencia pública.
El truco consiste en falsificar la página de la mejor manera posible y hacerte creer que requieren tus datos personales para alguna gestión. Por lo general esta estafa es delatada por la dirección del sitio web o el remitente de correo electrónico que parece real pero es falso. Esto se llama phishing y puedes encontrar más información acerca de ello en Internet.
7. Proteger las contraseñas
Las palabras clave que usamos para acceder a nuestros sitios de confianza no deben ser almacenadas sin encriptación. Para esto podemos usar herramientas de gestión de contraseñas como KeePass y OnePass que nos permiten almacenar y proteger todas las claves de seguridad que usamos en nuestra vida diaria sin tener que recordarlas o anotarlas en otro lado.