En enero de 2015, Manuel Alejandro Villegas cofundó Capptu. La aplicación funciona como un enlace entre personas y fotógrafos con empresas. El usuario sube una foto a la aplicación, cuyos requisitos son cumplir un mínimo de resolución de 850 por 850 pixeles y pasar por el filtro de composición que hacen expertos en fotografía de la empresa, entre los que se verifica la calidad de la imagen, que no contenga marcas, que no exista demasiado ruido visual y que no haya contenido obsceno o que incite a la violencia.
Una vez en la plataforma, la imagen está disponible para su descarga por parte de empresas. Cuando una empresa se interesa en una imagen, Capptu se la vende en 10 dólares, de los cuales el 40 por ciento van para el autor.
“Vamos a pensar que a una veterinaria o una marca de croquetas le interesa la foto de tu perro para sus publicaciones de Facebook, o para un folleto, te paga por usarla”, dijo Villegas.
Los bancos de imágenes más grandes, que por lo general son americanos o europeos, le pagan a los autores un estimado de entre 25 y 30 por ciento, según Villegas.
“Somos una plataforma de intermediación, desarrollamos toda la estructura para que a través de la app los usuarios suban las fotos que les interesa vender, y por otro lado las marcas entren a un market place con el contenido más auténtico. Hasta que se lleva la compra, el usuario fotógrafo gana dinero”.
De los más casi 100 mil usuarios que actualmente suben fotografías a Capttu, el 90 por ciento son de México, seguido por Estados Unidos y Colombia, e incluso con descargas contadas en China y Nueva Zelanda.
Capptu también tiene la modalidad de misiones. Esta modalidad de economía colaborativa consiste en que Capptu lanza una misión, por ejemplo “Fotos de una pareja patinando con gorros rosas”, ya que esa fue una petición especial de una marca.
La notificación se lanza a los usuarios y quienes decidan hacerlo envían las imágenes con dichas características. En esta modalidad, las empresas ofrecen una mejor recompensa por las imágenes, dependiendo del proyecto.
“Aquí sí como decimos, ‘dependiendo el sapo es la pedrada’. Obviamente en las misiones participas por recompensas más atractivas, pero las empresas si dicen ‘requiero una imagen de estas características con 300 dpi’ entonces dependiendo del sapo es la pedrada”, dijo.
Las imágenes se suben a la plataforma bajo una licencia de Royalty Free o Libre de Derechos, que significa que quien la compra la puede utilizar para siempre en lo que quiera pero el usuario autor también puede venderla las veces que quiera y utilizarla para publicarlas en donde sea, por lo que si las imágenes quieres llevarlas a Instagram o Twitter, no tienes ningún problema.