El Bluetooth es una tecnología que aquí, el que más y el que menos, usa casi a diario. Aunque, al principio, su uso quedaba reducido a mandar fotos y vídeos sin cables y sin gastar megas, en la actualidad, con la creciente eliminación del jack de 3.5 mm, su papel ha ido en aumento, siendo imprescindible para conectar auriculares, reproducir música en el coche, conectar mandos para jugar en el móvil, etc. Es una tecnología que tenemos muy interiorizada y que forma parte de nuestro día a día, y a pesar de ello, pocas personas conocen el peculiar origen de su nombre y logo. En este artículo te lo vamos a contar, y ya te adelantamos que te va a gustar.
Fueron Japp Haarsten y Mattison Sven, trabajadores de Ericsson, los que desarrollaron la conectividad Bluetooth allá por el 1994. El objetivo de esta tecnología era conectar a todos los dispositivos existentes entre sí y, por supuesto, unificar el sistema de envío de archivos y la comunicación inalámbrica. Su nombre, traducido literalmente como “diente azul”, tiene mucho que ver con este objetivo, y lo hereda del rey danés y noruego Harald Blåtand. Nos remontamos, ni más ni menos, que al siglo X d.C.