El reconocimiento facial fue la estrategia de la policía china para crear un registro de la población y conseguir arrestar a un hombre sospechoso de un delito durante un multitudinario concierto. La utilización de esta tecnología para tener información sobre la ubicación o situación legal de los ciudadanos ha sido motivo de alerta para diversas asociaciones por los derechos civiles pero, al parecer, Estados Unidos estaría utilizando la misma metodología.
Según ha revelado The Verge, Aduanas y Protección Fronteriza (Customs and Border Protection) implementará en la frontera que se encuentra al sur de Texas un sistema para escanear los rostros de las personas que entren o salgan de Estados Unidos. El llamado Vehicle Face System (VFS) se instalaría específicamente en Anzalduas, situado en la frontera entre el país y México, a partir del próximo mes de agosto. Este método estaría vigente durante un año pero todavía no ha sido anunciado por las autoridades porque está pasando las revisiones de privacidad necesarias para llevarlo a cabo.
Un portavoz del servicio de aduanas del país explicó que el objetivo de este proyecto es “evaluar la captura de la biometría facial de los viajeros que ingresan y salen de los Estados Unidos y comparar esas imágenes con las fotos archivadas en las propiedades del Gobierno”.
Las fotografías que se obtengan a través de la tecnología se utilizarán para compararlas con las visas y los pasaportes de las autoridades estadounidenses. A pesar de que todavía se tiene que demostrar la eficacia del método, que tomará las imágenes a través del parabrisas de los coches que crucen la frontera, el mero hecho de que se lleve a cabo esta práctica supone que el análisis facial se realizará a todas las personas. Sin tener en cuenta los antecedentes penales o si alguien es sospechoso de algún delito, el reconocimiento facial se utilizará con todos los que pasen por delante de las cámaras.
Los documentos obtenidos por el medio muestran que la Junta de Revisión Institucional (IRB, por sus siglas en inglés), que analiza que los métodos de investigación como este sean éticos, había aprobado las operaciones en frontera entre México y Estados Unidos aunque los conductores nunca fueron avisados de que sus rostros estaba siendo motivo de estudio por parte de las autoridades.
Las operaciones a nivel oficial empezarán este mes de agosto pero la tecnología ya ha sido probada en Anzalduas y en Nogales, en el estado de Arizona. Desde 2016, se recogieron imágenes y vídeos de aproximadamente 1.400 vehículos, los cuales fueron analizados pero no se compartieron los detalles con las autoridades ni se indagó sobre las identidades de las personas que aparecían en las instantáneas y grabaciones.
Los aparatos instalados como método de prueba en la frontera incluyeron cámaras DSLR y estas fueron instaladas con una serie de sensores de luz ambiental y velocímetros remotos. De esta manera, cuando un conductor se acercaba al lugar en el que se encontraban las cámaras, se capturaba una imagen del mismo a través del parabrisas.
Este método ha sido el inicio de un sistema de reconocimiento facial diseñado especialmente para las fronteras. Aduanas y Protección Fronteriza han basado este modelo en la capacidad de tomar fotografías a través del parabrisas con un margen de error muy bajo. Todavía es necesario confirmar su efectividad pero el sistema se implementará para tener un mayor control sobre las estancias irregulares de las personas que no cuentan con visados en el país. Este punto casa perfectamente con el punto de vista de Donald Trump al respecto, basado en su argumento de que la inmigración es un peligro para la seguridad del país.
El llamado Vehicle Face System (VFS) es un paso más para la verificación de identidades de las personas que se une al programa de reconocimiento facial en los aeropuertos. Actualmente está siendo probado en seis ciudades como Los Ángeles y Nueva York pero, así como ocurrirá en las fronteras, esta tecnología puede convertirse en el método utilizado por las autoridades estadounidenses para tener un mayor control sobre quien entra y sale del país.