El síndrome de Williams, considerado una enfermedad rara porque afecta a menos de 5 personas por cada 10,000, se plasma en excesiva sociabilidad pero también en dificultades de aprendizaje.
Por suerte para ella, su padre, Craig Chaytor, quiso hacerle más fácil creándole un mundo virtual, lo hizo produciendo sus propios videos en 360 grados… sin saber nada sobre esa tecnología.
“No tenía absolutamente ninguna habilidad en realidad virtual”, dice Craig.
“Durante los últimos 15 años trabajé como chef”, cuenta.
“Ser padre es un orgullo para mí. Me hace sentirme orgulloso haber ayudado a mi hija para que saque lo mejor de sí misma”, declara.
La enfermedad genética que sufre Imogen no le dificulta entablar conversaciones, pero sí enfocar su atención en ciertas cosas.
Problemas de aprendizaje
Según le contó recientemente a BBC MUndo la presidenta de la Asociación Síndrome Williams de España (ASWE), Rosa González, quienes sufren el síndrome de Williams son personas que, a nivel cognitivo, muchas veces no terminan de encajar en el sistema educativo ordinario ni en el especial.
“Hay muchas variantes del síndrome de Williams”, explica Craig. “Una de ellas hace que Imogen tenga problemas de aprendizaje y se distraiga fácilmente”.
“Cuando está aprendiendo una tarea simple de la casa, o bien se distrae o se enoja demasiado”.
Así que Craig decidió buscar una solución: usar la tecnología para crear un mundo que le resultara más fácil de comprender a su hija.
Fue entonces cuando nació el proyecto IMME, tal y como lo llamó, con el cual espera “ofrecer una nueva manera de diseñar y mostrar aventuras a niños con o sin discapacidad”.