La industria del videojuego depende de manera directa de la tecnología y, por eso, los avances tecnológicos y las tendencias marcan el rumbo del mercado de los videojuegos y de la propia manera de concebir los dispositivos para jugar. Y lo que se acerca a un ritmo acelerado es el formato digital como estándar en los videojuegos.
Al igual que ha pasado en la industria del cine o la música, los avances en los métodos de distribución digital permiten que las compañías, cada vez más, apuesten por este formato para la venta de videojuegos. Así se controla el canal de distribución, se permite que los usuarios accedan antes a los juegos y, además, permite tener el juego instalado en el disco duro de la consola (o PC) sin necesidad de llevar el Blu-Ray con nosotros.
El formato digital de los videojuegos es algo que no agrada a todos los usuarios, ya que el formato físico sigue teniendo importancia como elemento de coleccionismo y con algo de ”romanticismo” en la estantería. A las tiendas tampoco les agrada demasiado este giro al ”todo digital”, como manifestaron algunas tiendas cuando Microsoft anunció el Game Pass (un servicio de suscripción mensual que permite descargar juegos), pero las compañías sí están contentas con el rendimiento comercial.
Y es que, cada vez señalan más las fuentes de venta digital como un porcentaje importante del negocio del videojuego. Por ejemplo, Activision (que posee sagas como Call of Duty, con la cuarta entrega adaptada al modelo battle royale), anunció que Destiny 2 se había convertido en el juego que más había vendido de lanzamiento en PlayStation Store, la plataforma de ventas de juegos digitales de PS4. Electronic Arts y Take-Two (quienes tienen sagas como GTA V o Red Dead Redemption 2 en su haber) también están satisfechas con el rendimiento de las ventas en formato digital.
Ahora, el grupo de analistas Barron’s Next ha afirmado que el 100% del negocio de los videojuegos será digital a corto plazo. De hecho, marcan 2022 como el año en el que todo será digital. Para 2022 se espera que ya estén las nuevas consolas en la calle, y que lleven unos dos años a la venta, de hecho, por lo que el formato físico aún no se abandonaría del todo y las nuevas máquinas también incluirían lectores ópticos.
Dentro de una o dos generaciones de consolas (no mencionamos el PC, ya que Steam, Battle.Net o GoG llevan años consolidadas como plataformas de venta digital de juegos) podríamos ver cómo los juegos en formato físico quedan relegados a ediciones para coleccionista o simples cajas con un código dentro, algo que ya hemos visto en PC y en consolas como Nintendo 3DS.
El próximo paso sería construir plataformas que no dependieran del hardware interno para mover los juegos. Es decir, lo siguiente será el juego por streaming. En este caso, el videojuego se ejecuta en los servidores de las compañías y los datos fundamentales para poder jugar se transfieren a la consola (o televisión) mediante una conexión a Internet.