Con tan solo pasar la mano frente al computador y se conectan, cuando se sientan frente a la computadora en su oficina, 80 de los 250 empleados de la compañía Three Square Market, de Wisconsin, no tienen que escribir un nombre de usuario ni una clave para empezar a trabajar, para entrar en la oficina no tuvieron que poner la tarjeta de identificación frente a un escáner: igual acercaron la mano al aparato, y ábrete sésamo.
Todo ya lo tienen programado, a la hora de la merienda, la barra de chocolate que marcaron cae en la cajuela, se la llevan y el precio queda automáticamente deducido de su cuenta. Y de regreso, para usar la fotocopiadora, también es suficiente con un gesto rápido.
El dispositivo subcutáneo es como una especie de grano de arroz, pero más largo, que se coloca entre los dedos índice y pulgar. No tiene baterías: está diseñado para ser leído mediante la técnica que en inglés se conoce como RFID, por las siglas de Radio-Frequency Identification, o identificación por radio frecuencia.
Al anunciar el inicio de los implantes el 20 de julio del año pasado, Three Square Market explicó que la RFID usada es del tipo NFC, por Near Field Communications (comunicación por cercanía de campos), la misma que emplean las firmas de tarjetas de crédito para que el usuario pueda pagar con sólo acercar la tarjeta al dispositivo de cobro.