El pasado mes de diciembre, General Motors sorprendió proclamando su intención de poner en marcha un servicio de ‘taxis’ autónomos en 2019 en San Francisco (Estados Unidos), un hecho que marcará un hito y para el cual ya desvelado el interior del coche que empleará: un Chverolet Bolt sin volante ni pedales.
Se trata del modelo homólogo al eléctrico europeo Opel Ampera-e -ahora en manos de PSA-, pero modificado por Cruise Automation, la unidad de GM dedicada al desarrollo de los coche autónomos, para implementar esta tecnología. El objetivo del gigante norteamericano es poner en marcha una flota de hasta 2.500 de estos vehículos que desarrollen un servicio de movilidad bajo demanda de forma robótica.
No obstante, a pesar de relegar todas las funciones de conducción en el coche, la labor de este se limitará a completar rutas prefijadas y bajo el control del fabricante en todo momento a través de un sistema de mapeo. Además, según apunta la CNBC, cada uno de estos Chevy Bolt cuenta con un botón de emergencia que el usuario podrá pulsar en caso de un fallo en el sistema, deteniendo el coche, aunque los automóviles están programados para reducir la velocidad y pararse en el arcén si detectan algún error.
A la espera del ‘ok’
Pero para que se complete la llegada de los coches sin volante ni pedales, General Motors debe recibir previamente la autorización de la Administración Nacional de Tráfico y Seguridad en las Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés), pues actualmente tan solo siete estados permiten la circulación de vehículos sin estos estos elementos y, por ende, sin la supervisión humana. La legislación contempla, en cualquier caso, la exención de esta normativa para 2.500 coches producidos por cada fabricante, un filón al que podría aferrarse la compañía llegado el momento.
De materializarse, General Motors se adelantará a Ford, que prometió un coche sin pedales ni volantes para 2021, u otros grandes rivales como BMW, Volvo o Renault, que han fijado el lanzamiento de su coche autónomo para 2021, en el caso de las dos primeras marcas, y 2023 en para la firma francesa. Si bien, la marca del óvalo es la única que ha manifestado abiertamente que su vehículo no incorporará ninguno de los dos elementos básicos para la conducción tradicional.
Por su parte, la tecnológica Waymo (Alphabet) no ha concretado fechas, aunque recientemente marcó un punto de inflexión eliminando la figura del conductor de seguridaden sus vehículos. Uber también ha plasmado su interés en acelerar la llegada de mejoras para esta tecnología tras adquirir 24.000 coches de Volvo compatibles con las necesidades de la conducción autónoma.
La incertidumbre sobre este sistema se genera a tenor de los datos facilitados por el Departamento de Vehículos Motorizados de EEUU: GM, que realiza los test de sus vehículos en Phoenix y San Francisco, cerró 2017 con 22 accidentes solo en California, según apunta Bloomberg.