Google anunció el martes que comenzará a cobrar a los fabricantes de teléfonos por preinstalar aplicaciones como Gmail, YouTube y Google Maps en dispositivos con el sistema operativo Android vendidos en Europa, en respuesta a una multa antimonopolio por una cantidad récord de $5,000 millones de dólares impuesta por la Unión Europea.
El anuncio de la compañía estadounidense representa un cambio en relación con su anterior modelo de negocios que dejaba que los fabricantes instalaran las populares aplicaciones de Google sin ningún costo para los teléfonos con su sistema operativo Android.
La compañía tomó las medidas para cumplir con el fallo emitido en julio por las autoridades de la UE que determinaron que Google abusó del dominio de Android para frenar a los competidores.
Google introducirá los cambios a fines de octubre para cumplir con el plazo fijado por la decisión de la Comisión Europea, la cual apeló en un proceso que podría tomar años.
Los reguladores de la UE decidieron que era injusto que Google obligara a los fabricantes de teléfonos que usaban Android a instalar sus aplicaciones. La compañía argumentó que regalar su sistema operativo de código abierto dio como resultado unos dispositivos más económicos y una mayor competencia con el rival Apple.
Google dijo en un blog que tenía que comenzar a cobrarle a los fabricantes de teléfonos para compensar la pérdida de ingresos provocada por las medidas impuestas por la UE.
“Dado que la preinstalación del buscador de Google y Chrome, junto con nuestras otras aplicaciones, nos ayudó a financiar el desarrollo y la distribución gratuita de Android, introduciremos un nuevo acuerdo de licencia de pago para teléfonos y tabletas distribuidos en la ZEE”, escribió Hiroshi Lockheimer, vicepresidente de plataformas y ecosistema de Google, en el blog.