Hacen más de dos años, un pequeño y sigiloso grupo de ingenieros dentro de Google ha estado trabajando en un software que esperan que finalmente sustituya a Android, que es el sistema operativo móvil dominante en el mundo. A medida que el equipo crezca, tendrá que superar un debate interno feroz sobre cómo funcionará el software.
El proyecto, conocido como Fuchsia, fue creado desde cero para superar las limitaciones de Android a medida que se conectan más dispositivos personales. Se está diseñando para adaptarse mejor a las interacciones de voz y las frecuentes actualizaciones de seguridad, y para que tenga el mismo aspecto en una amplia gama de dispositivos, desde computadoras portátiles hasta diminutos sensores conectados a Internet.