Durante un ejercicio con el departamento de marketing de la compañía, uno de los empleados colocó, sin querer, un anuncio ficticio en un gran número de páginas webs y aplicaciones, asegura el diario británico.
El anuncio, que aparecía como un rectángulo amarillo, estuvo activo durante 45 minutos antes de que nadie se diera cuenta y lo pudieron ver internautas en Estados Unidos y Australia. Google ha reconocido que el fallo tuvo lugar el pasado 4 de diciembre y ha prometido tomar medidas.
El error tuvo lugar cuando el equipo de capacitación de Google mostraba a los empleados cómo utilizar el sistema interno de colocación de anuncios de Google.
Uno de los empleados “fue más allá de lo previsto”, dice el comunicado de la compañía, y cursó un pedido al sistema de compra de anuncios en línea.
El anuncio se colocó con una tasa de retorno (beneficio) mucho más alta que cualquier otro anuncio y llegó a una amplia audiencia.
“Tan pronto como supimos de este “error humano”, trabajamos rápidamente para detener la campaña (de publicidad)”, asegura el texto de Google.
También especifica que “devolverá” los pagos que correspondan a las empresas perjudicadas por el error.
Lo que le costará a la compañía subsanar el error no lo ha revelado, pero una fuente del sector consultada por el Financial Times estimó el costo potencial en unos US$10 millones en concepto de tarifas y costos de rectificación. Google dijo que pondrá los controles necesarios para evitar que el error se repita.