Días después del lanzamiento del iPhone 6, varios usuarios habían denunciado que el nuevo celular de Apple se doblaba y la pantalla se oscurecía.
En un principio no se sabía si la culpa era de la empresa o si, en realidad, se trataba de usuarios que no tenían cuidado y que se sentaban encima del celular.
Cuatro años más tarde, la jueza a cargo de la denuncia de varios usuarios contra Apple liberó documentos internos del gigante de la tecnología, en donde se confirma que la falla existió y que, además, Apple sabía que ese modelo era más propenso a doblarse que el resto.
La empresa descubrió, antes del lanzamiento, que el iPhone 6 tenía 3,3 veces más probabilidades de doblarse que el iPhone 5s. Por su parte, el iPhone 6 Plus tenía 7,2 veces más chances de arquearse que el iPhone 5s.
A pesar de estos resultados, Apple mantuvo públicamente su postura de que no había problemas de ingeniería con los dos modelos.
“Después de la investigación interna, Apple determinó que era necesario resolver los problemas causados“, escribió la jueza Lucy Koh.