A pesar de que hemos dicho por activa y por pasiva que es imprescindible tener contraseñas fuertes y largas, hay usuarios que siguen apostando por el clásico “123456”, “password”, “9876543210”, etc. Son contraseñas que sí, son fáciles de recordar, pero que cualquier persona podría descubrir sin demasiado esfuerzo. A esto debemos añadirle que, aunque todos los expertos coinciden en que hay que tener contraseñas diferentes para cada app o servicio, el usuario medio, por lo general, usa la misma para todo y se queda tan ancho.
Los motivos son sencillos: “es que luego no me acuerdo de la contraseña”, “es que es más fácil”, “es que no sé hacer contraseñas buenas”… Excusas hay las que quieras y más, pero todas ellas son eso, excusas. Hay cientos y cientos de aplicaciones que sirven para no solo crear contraseñas potentes, sino para que no tengas que volver a recordarlas en tu vida. Una de ellas, y nuestra favorita, es LastPass. Es uno de los servicios de gestión de contraseñas más veteranos del mercado, y cuando conozcas sus funciones entenderás el motivo.
LastPass, el mejor gestor de contraseñas que puedes usar en tu móvil
Tiene muchas opciones interesantes, pero vamos a presentarte las dos más útiles. La primera de ellas es el generador de contraseñas. Gracias a él puedes crear una contraseña compleja para cualquier servicio, del tipo “oSN&dk%cvHGc6/a”. Simplemente debes decirle qué longitud quieres que tenga, si quieres que tenga símbolos o no, e incluso puedes hacerla para que sea pronunciable y, por tanto, fácil de recordar (aunque esto no va a volver a hacerte falta). Se guardará automáticamente y no tendrás que volver a echarle cuentas.
La segunda es el gestor de contraseñas. Puedes guardar tantas credenciales como desees, y acceder a ellas desde tantos dispositivos como quieras. Tiene una app nativa para Android que, usando los permisos de accesibilidad, permite rellenar los campos de contraseña de todas las apps. Esta está sincronizada en la nube con una extensión para navegadores (Chrome, Edge, Firefox…) y con la app de iOS, por si tienes un iPad, por ejemplo. Así, podrás acceder a todas tus webs y redes sociales favoritas estés donde estés sin necesidad de acordarte de la clave, ya que LastPass lo hará por ti.
Si te preocupa la seguridad, debes saber que el servicio está completamente cifrado. Además, puedes restringir el acceso a las apps usando tanto una contraseña maestra (la única que deberás recordar) como tu propia huella dactilar, así que tranquilo, que tienes las espaldas cubiertas. Tiene un plan premium con funciones expandidas, enfocado a empresas y familias, pero para un uso básico, el plan gratuito te vale y te sobra. La puedes descargar desde el enlace a Google Play de más abajo. Al principio es un poco tedioso cambiar todas las contraseñas por unas más seguras, pero cuando lo tengas echo y te acostumbres a usar LastPass, te aseguramos que no podrás vivir sin ella.