Los confortables con vibración y movimiento en el contenido de película, agregados con los efectos reales como gotas de agua o ráfagas de aire caliente que caen sobre los espectadores, nos dejará una sensación de realidad que no podremos olvidar. Y es que las salas de cine apuestan por la tecnología, con imágenes en los laterales, pantallas gigantes o asientos en movimiento, para hacer frente a la creciente competencia de las plataformas digitales.
En el cine Pathé Beaugrenelle de París (Francia), la proyección de El hombre hormiga y la avispa (Ant-Man and the Wasp) está acompañada de gritos, risas o aplausos debido al equipamiento ScreenX y 4DX.
En ocasiones, los espectadores -muchos adolescentes- ven al mismo tiempo imágenes en la parte delantera y en los laterales mientras los asientos se mueven y vibran para acompañar la acción de la película. Además gotas de agua o ráfagas de aire caliente caen sobre ellos.
Es la segunda sala en el mundo (después de una en Seúl) equipada con esta tecnología del grupo surcoreano CJ 4DPLEX. La entrada cuesta un promedio de ocho euros más (9, 4 dólares) y tres más si tiene ScreenX.