Son muchos los usuarios que se guían por lo que se ve sobre el papel a la hora de comprar un terminal ya que la potencia se nota en gran manera. Llegados al punto actual, los procesadores de gama alta, si bien siguen mejorando, no proporcionan mejoras sustanciales en un rendimiento tangible año tras año, por lo que los fabricantes están buscando nuevas vías para que esos avances sean percibidos por el usuario.
La inteligencia artificial es el gran protagonismo de la actualidad. Tanto es así que los procesadores de gama alta empiezan a tener coprocesadores o motores neuronales para destinar recursos a las tareas de la IA.
Hablar de Inteligencia Artificial, es hablar de tareas que de forma habitual requerirían de inteligencia humana par ser ejecutadas. La IA proviene de la informática y data de los años 60. Se creó para dar solución a tareas que los humanos podemos hacer de forma sencilla, pero que suponían todo un reto para las computadoras, como leemos en Indra Company. Dentro de la IA se engloban varias tareas más específicas y populares como el reconocimiento de objetos, traducciones, que una máquina sea capaz de comunicarse de forma oral con nosotros…