La nueva modalidad de estafa apunta a los usuarios de Netflix. En los últimos días se conoció el “truco” que llevan adelante aquellos que desean tener activa una cuenta, aunque sin pagar por ella y haciéndole abonar a otro.
Los estafadores se aprovechan de una función poco conocida del servicio de correo electrónico de Google, Gmail:
Consiste en agregar un punto adelante o atrás de cualquier letra de la dirección, maniobra que origina que cualquier mail llegue a la cuenta original por ejemplo: los correos enviados a juan.perez@gmail.com llegarán siempre a la casilla original juanperez@gmail.com.
La estafa se da así: un sujeto X registra una cuenta de Netflix con la dirección de correo electrónico de otra persona que ya cuenta con una activa, solo que agregándole un punto en algún lugar de la cuenta nueva. Para Google se trata de la misma persona, pero para Netflix son dos cuentas distintas.
Cuando el sujeto X tiene que pagar con tarjeta de crédito, cancela la operación -tarjeta vencida o dada de baja-. Es ahí cuando Netflix informa que el pago falló; lo hace vía mail y el destinatario es Juan Pérez y no el suejto X. Esto origina que Juan Pérez vuelva a poner los datos de su tarjeta de crédito con el fin de seguir disfrutando de sus series preferidas, pero al hacerlo no sabe que su cuenta original está en perfecto estado y que en realidad le está pagando una nueva cuenta a alguien que no conoce.
El e-mail en cuestión es oficial de Netflix y los datos de la tarjeta los ingresa en la propia página de la plataforma, por lo que es indetectable. Es un caso de “phishing” (suplantación de identidad).
Pero no todo queda ahí, ya que el estafador puede luego cambiar el correo electrónico asociado a la cuenta de Juan Pérez y quitarle el acceso… y Juan Pérez seguirá pagando sin saberlo.
La recomendación que hacen en iProfesionales es chequear el resumen de la tarjeta de crédito y asegurarse de no estar pagando dos veces. Si detecta algo extraño, lo mejor es cancelar los pagos y pedir al banco una tarjeta nueva.