En 2012, Steve Mahan, invidente, subió al asiento del conductor de un auto con conducción autónoma y fue hasta el autoservicio de un Taco Bell. Esta producción audiovisual de Google, que ha sido vista por más de 8 millones de personas en línea, captura el potencial de la tecnología de los vehículos autónomos y cómo pueden cambiar la vida de las personas invidentes.
De acuerdo con AP, los defensores de los vehículos autónomos dicen que, además de ayudar a los discapacitados, este tipo de autos permitirán a las personas hacer otras cosas mientras conducen y así el camino se hace más seguro eliminando el error humano.
Sin embargo, los protectores nacionales de los, aproximadamente, 1.3 millones de personas legalmente ciegas en Estados Unidos están preocupados porque la industria no está considerando sus necesidades en el diseño de la nueva tecnología, un error que puede hacer los carros más caros y de más difícil acceso para ellos.
“Aunque nos hemos visto como beneficiarios obvios de la tecnología en conversaciones y presentaciones, esto habrá sido una explotación si los sistemas no son accesibles”, dijo Anil Lewis, director ejecutivo del Instituto Jernigan de la Federación Nacional de Ciegos.
Con este programa, la persona se comunica con una computadora en frente de ella a la que le indica hacia dónde va y la computadora le avisa el camino y los obstáculos que se le presentan en él.
La investigadora Julian Brinkley desarrolló este programa, llamado ‘Atlas’ con el que, a través de pruebas, va descifrando las necesidades específicas de las personas invidentes al usar vehículos autónomos.
Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts, la Universidad Texas A & M y el Laboratorio de Investigación del Ejército de Estados Unidos también están trabajando en temas de accesibilidad para vehículos sin conductor para personas ciegas y otras personas con discapacidades.
Waymo, la compañía de vehículos autónomos de Google, está desarrollando una aplicación móvil, con etiquetas en Braille y señales de audio.
Los analistas de la industria automovilística autónoma dicen que las necesidades de las personas con discapacidad se discuten a medida que los diseñadores se dan cuenta de cómo los usuarios interactúan con los automóviles, pero hay muchas demandas en competencia.