
Parece que, por fin, la plataforma de vídeos YouTube ha decidido poner remedio a las miles de quejas de los usuarios sobre la falta de filtros para niños que evitan que vean contenido explícito.
Según ha publicado Bloomberg, varios jefes técnicos de la plataforma, bajo decisión de la matriz, Google, se han reunido en Las Vegas con importantes agencias de anunciantes de Estados Unidos para asegurarles que se está trabajando para conseguir vetar vídeos prohibidos en el portal.
Los anunciantes se han quejado de reportes que afirman que la publicidad de sus marcas aparece en vídeos violentos, sexualmente explícitos o en canales como el de Logan Paul, que tuvo que pedir disculpas por grabar una víctima de suicidio. Además, se quejan que en algunos canales catalogados como infantiles aparecen escenas grotescas o que simulan actitudes sexuales.
Por eso, Google quiere que cada vídeo sea aceptado por moderadores humanos. Según los datos del medio especializado, YouTube contratará 10.000 personas para vetar contenido inapropiado, además del propio algoritmo de la plataforma. Google espera que, con estos cambios, los anunciantes vuelvan a querer posicionarse en los vídeos y canales más vistos sin temor a aparecer en contenido no deseado.