En esta época del año, mientras el calor hace de las suyas, seguro sueñas con llegar a casa y encender el aire acondicionado a la temperatura más baja posible para refrescarte a toda velocidad. Sin embargo, esto no es recomendable ni para ti, ni para tu bolsillo, ni para el equipo.
Expertos de Daikin recomiendan regular adecuadamente la temperatura de la estancia, manteniéndola entre los 22º y los 25ºC. Según aumente la humedad será necesario reducir la temperatura para mantener la misma sensación térmica. La temperatura ideal para los meses de verano es de 25º C.
Una diferencia con la temperatura exterior de más de 12º C no es saludable. Bajar tu aire extremadamente durante el verano podría acarrear una serie de efectos adversos a la salud, entre ellos el más común es la deshidratación, cuyas tasas son más altas en los espacios interiores con aire acondicionado ya que el equipo tiende a absorber la humedad de las espacios cerrados y muchas veces no tenemos el cuidado de hidratarnos constantemente. Recuerda, además, que la deshidratación es un factor desencadenante de las migrañas que a menudo se pasa por alto.
Además, el aire extremadamente frío también puede afectar la vía aérea por debajo de las cuerdas vocales e irritar la mucosa bronquial y empeorar las alergias e incluso el asma. Por su parte, si lo mantienes en la temperatura correcta disminuye la fatiga, ayuda a conciliar mejor el sueño, lo que asegura un buen descanso y un despertar con mayor energía para afrontar la jornada. En la oficina, el control de la temperatura mejora la concentración y el rendimiento intelectual, reduciendo el estrés.
Temperatura ideal y uso eficiente
Organismos como la Sociedad Americana de Ingenieros de Calefacción, Refrigeración y Aire Acondicionado, coinciden en que la temperatura programada de un equipo de AA no debe superar entre los 6 y los 8 grados centígrados de diferencia con la temperatura exterior. Pueda que sientas que el aire acondicionado no está enfriando demasiado y sigas sintiendo calor, solo debes dejar que tu cuerpo se aclimate y poco a poco te sentirás más cómodo con la temperatura interior.
Recuerda: cada grado que disminuyas la temperatura estarás consumiendo un 8% más de energía. Además, es importante que hagas uso de las funciones inteligentes que te ayudan a ahorrar.