La digitalización impulsa la demanda de Data Centers

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Un estudio realizado en la región Caribe por IDC, un proveedor líder de investigación y asesoramiento de TI global, y patrocinado por Schneider Electric, señala a los data center prefabricados y modulares como la respuesta a los grandes retos a los que se enfrentan los estrategas de TI ante la acelerada innovación y demanda de servicios y datos en ecosistemas cada vez más extendidos.

Los requerimientos de una infraestructura ágil, escalable y flexible, incluso en espacios limitados, conforme a la necesidad de procesamiento y almacenamiento de datos de un negocio, coloca a los data center prefabricados y modulares en un lugar privilegiado gracias a sus múltiples ventajas: capacidad para reducir los tiempos de planificación, construcción e implementación y para escalar conforme a las necesidades de la organización mientras se vigila la sustentabilidad en términos de costos, energía, enfriamiento y recursos para la gestión y control de la infraestructura. 

“Schneider Electric está en la capacidad de ser la solución ideal para este despliegue de infraestructura con nuestras soluciones de Datacenters Modulares (o Prefabricados), diseñadas para atender el crecimiento de datos, dispositivos conectados, mayor tráfico hacia el data center y la integración de nuevas tecnologías que permitan el procesamiento en tiempo real y en forma eficiente, basándose en módulos”, asegura Martin M. Jiménez, gerente de ventas de Centros de Datos Modulares EcoStruxure y Centros de Datos Prefabricados de Schneider Electric.

Tendencias que deben tenerse en cuenta 

En su reporte, la firma líder en consultoría e investigación de mercado de TI, destaca que en la región Caribe, la inversión en TI empresarial (excluyendo dispositivos) alcanzó un total de US$ 709 millones en 2021 y se espera que esta inversión crezca 9% en 2022. Este crecimiento se acelerará en el futuro de la mano del proceso de transformación digital de las organizaciones allí ubicadas, de manera que la inversión en TI empresarial tendrá un crecimiento promedio anual de 12.5% entre 2021 y 2025.

Con respecto a hardware, se destaca el crecimiento de IaaS que, en 2021 ya representaba el 31% de la inversión de TI. Entre 2021 y 2025, esa misma inversión en el Caribe crecerá a un CAGR de 45%. Para 2025, IaaS representará el 41% de la inversión en Hardware. 

No solo esto, IDC también estima que al final de este año, 75% de las empresas en el mundo implementarán un sistema de gestión unificado para sus nubes, redes y centros de datos para desviar las amenazas de resiliencia empresarial de los costos de infraestructura y la complejidad operativa 

Lo anterior nos muestra que la arquitectura de la infraestructura digital debe transformarse de silos hacia recursos flexibles que permitan instrumentar la ubicuidad, autonomía de las operaciones y el enfoque centrado en cargas de trabajo (en tecnologías nativas de nube), en un ecosistema de infraestructura digital emergente, construido cada vez más en la base de la nube, buscando garantizar una entrega más rápida de hardware y software de infraestructura innovadora, de abstracción de recursos y tecnologías de proceso para respaldar el desarrollo y el refinamiento continuo de servicios digitales y experiencias digitales, sustentables y resilientes. 

Esto puede verse reflejado en la adopción de Edge Computing, que puede fungir como un complemento de la nube para poder acercar el cómputo al lugar donde suceden las cosas y se producen datos, con la finalidad de reducir la latencia en una forma más efectiva en costos. En América Latina, aun cuando esta tecnología está aún en etapa de despliegue, se estima que 70% de la inversión en Edge Computing se destina al hardware y la conectividad.

En el Caribe, esta inversión tendrá más énfasis en el hardware, ya que, en esta región en particular, la disparidad en términos de conectividad, energía y sus particularidades geográficas implican más desafíos para la presencia de data centers, haciendo que Edge Computing cobre más sentido. 

Los estrategas de la infraestructura de TI deben considerar esta tendencia en datos y dispositivos más dispersos, especialmente cuando se estima que, de 2020 a 2025, el volumen de datos en América Latina se triplicará, de 3.1 zettabytes a 9.5 zettabytes, lo que representa una tasa de crecimiento anual compuesto de 24.7% en ese período, por encima del promedio global (22.9%), una tendencia que también se verá reflejada en el Caribe.