Si buscamos casas prefabricadas en su plataforma vemos varias opciones, algunas muy pequeñas pensadas como poco más que estancias exteriores auxiliares, pero también otras algo más espaciosas, aunque no son equiparables a una vivienda tradicional.
Uno de los modelos más aparentes es la NAYAB, que ocupa un tamaño de unos 70 metros cuadrados, incluyendo doce ventanas de aluminio, un cuarto de baño con ducha, inodoro y lavabo; toma de aire acondicionado. Este modelo, que llega distintas partes del mundo fabricado en China, cuesta 27.556 euros, a los que hay que sumar otros 2,99 euros por el envío.
También hay opciones más asequibles, como la de Bovono, un cobertizo venido a más que se vende por 18.900 euros. El paquete, según la ficha de Amazon, pesa 180 kilos. Dice ser de acero galvanizado y proporcionar “una resistencia y longevidad excepcionales”. También aseguran un envío más ágil, de entre 10 y 15 días.
Otro modelo es el Mylar, que por 18.499 euros incluye una casa prefabricada de 36 metros cuadrados junto a varios complementos, como espejos de cortesía, luces LED, entrada de agua, salida de drenaje, ventanas con mosquiteras e incluso baño con ducha e inodoro.
Estas casas requieren un montaje que puede llevar días, además de ser responsabilidad del comprador conseguir llevar suministros como corriente eléctrica y agua, algo que requiere de una cédula de habitabilidad que lógicamente estos fabricantes no nos aseguran; además de una instalación cualificada o el vallado. Solo la recepción del contenedor ya requiere espacio para recibir el camión que nos lo traerá y una grúa para descargarlo, no sirve con una carretilla elevadora, según avisa el fabricante.
